Y el Oscar es para… ¡Jared Leto!
Tras compararla con el trabajo de Heath Ledger en The Dark Knight de Christopher Nolan,
los espectadores dictaminaron que la participación de Jared Leto en Suicide
Squad no generó empatía hacia el Guasón y, sin embargo, antes que Phoenix,
arrojó luz sobre el personaje, abriendo la posibilidad de que su visión para el
mismo fue más adecuada que la de Jack Nicholson o que la de cualquier otro.
La premisa esencial en las distintas historias de origen
para el Guasón versa sobre un comediante fracasado. Como parte de su desempeño criminal
dentro del universo ficticio plasmado a través de comics de la compañía DC –y
descartando el particular caso de Harley Quinn–, el Guasón es el único que ríe
de sus propias bromas. A partir de esta línea, el parámetro a través del cual una
interpretación del personaje puede considerarse fidedigna se determina en la
medida en la cual el espectador no encuentra divertido su quehacer (ni hablar
acerca de identificarse con él). Uno jamás admiraría al Guasón, ¡está demente,
completamente fuera de lugar y ajeno a uno!
Jared Leto fue eficaz incomodando, desagradando y siendo
apático para el espectador. ¿No fue, entonces, el Guasón mejor ejecutado?
Producida por Martin Scorsese
Si consideramos la expectativa que generó la primera mención
de la posible participación de Martin Scorsese en Guasón, es fácil suponer lo apremiante de compensar dicha ausencia honrando su estilo en más de un
sentido.
Mientras
que en Taxi Driver o The King of Comedy Scorsese dirigió
papeles protagónicos para Robert De Niro, en Guasón este último interpreta al conductor de televisión Murray Franklin.
Travis Bickle opta por un corte de cabello estilo
mohicano. Arthur se maquilla y caracteriza como un payaso. Al descartar esta
divergencia, sus historias son la misma. Al lidiar con problemas para conciliar
el sueño, las entradas en un diario dan seguimiento a un atentado durante el
periodo de elecciones políticas en una decadente ciudad llena con basura y
gente desalmada. Tras obsesionarse con una mujer, sin poder concretar el tan
ansiado suicidio, la malinterpretación hacia los violentos motivos egoístas de
un demente lo consolidan como héroe del pueblo.
El
disfraz perfecto para un standopero
La honestidad en los chistes de un comediante desaparece
la línea que lo separa del público. El artista alimenta un acto de stand up por medio de vivencias dolorosas, anhelando ver
desde el escenario a través de los ojos de quienes encuentran su existencia
divertida y significativa.
Por motivos distintos la cinta Guasón y el episodio piloto para el revival de The Twilight Zone
son igualmente trágicos y desoladores.
Mientras que, en la película, la vida de Arthur termina
como un chiste que solo a él resulta divertido, en
“The Comedian” –aludiendo a “El
retrato oval” de Edgar Allan Poe– el éxito para el acto consiste en plasmar la
vida en un chiste: contactar con los admiradores cuesta la vida al artista.
.
Metacomedia
El dolor físico y emocional que padecen los patéticos
personajes en The Hangover es un tour de force que no deja lugar para el
alivio. Diez años después que esta comedia perfecta lo consolidara como
director en Hollywood, Todd Phillips retomó el concepto como eje para Guasón.
A salvo tras la línea que lo separa de la ficción, el
espectador halla placentero el dolor solo si éste es ajeno a su realidad. Al
tiempo que el consumidor de dolor ajeno determina la medida en que un trabajo
de ficción se convierte en entretenimiento, una reciprocidad equivalente convierte la comedia en algo bastante oscuro: mientras más padece el personaje ante una
situación trágica, más graciosa resulta para el público que la percibe desde
fuera. En este sentido, en lo tocante a desgracias, la línea divisoria entre el
yo y el otro es la misma que separa la tragedia de la comedia, y a los
monstruos de los héroes.
La experiencia genera empatía. Mientras los involucrados
podrían reír juntos tras sobrevivir una tragedia, el público no quiere cruzar
la línea que lo separa del blanco de sus burlas, pues ello destruiría la
cosificación de la cual depende su deleite.
En su estado más inocente, patético y crudo, más de una
vez Arthur es violentado mientras ejerce como mal pagado payaso callejero para
una compañía de mala muerte. Mientras los
sinsabores en The
King of Comedy desembocan en un acto humorístico, Guasón es una radiografía que muestra el camino hacia la comedia pavimentado con infortunio.
Para Arthur, el sentido de la existencia está ligado con
el meollo en la comedia. Incapaz de formar parte del extremo donde todos ríen,
el Guasón eventualmente obliga a los espectadores a volverse personajes dentro
de su tragedia.
El
héroe que merecemos y/o necesitamos justo ahora
El único lugar que brinda refugio a personas como Arthur
es el Asilo Arkham para Criminales Dementes.
Pocos antes de Phillips habían pensado en el Guasón como
líder para las masas, pero probablemente el éxito de su más reciente película
introduzca una nueva faceta para el personaje dentro de los comics.
Previo, tanto al estreno de Guasón, como al análisis para la interpretación de Leto en la cinta
de David Ayer, nunca se consideró hacer del personaje un ser admirado por
alguien además de los espectadores al otro lado de la pantalla o de las
viñetas. La cinta de Phillips muestra por primera vez en un live action al personaje como alguien
querido por Ciudad Gótica.
Los héroes que defraudan a Arthur reflejan aquellos que
defraudan Gótica. Arthur retribuyó a su madre cuidándola justo antes de
descubrir que solo fue un instrumento como parte de la empresa delirante que
ella tenía. El amor que consolidó hacia una mujer resultó ilusorio. El padre que
creyó hallar quedó en un vaivén entre el engaño y el repudio. Antes que el
estado suspendiera el financiamiento, su siquiatra le brindó una terapia superflua.
Franklin lo invita a su programa, no con brazos abiertos, sino para burlarse de
lo patético que es.
Cuando un payaso asesina adinerados, detona el resentimiento de
los parias que, incapaces de hallar su anhelado lugar como parte del sistema
que los defrauda, de inmediato ansían hacer del acto su canción de protesta.
Durante un breve instante en Batman de Tim Burton, el Guasón exitosamente alimenta la desazón
general hacia el Caballero de la Noche para ganar la simpatía de Ciudad Gótica.
En la cinta de Phillips, ante la negativa por parte del candidato a la alcaldía
Thomas Wayne para escuchar a las clases bajas, los inconformes responden
enalteciendo al Guasón.
El
Dudas
Trayendo a la memoria del espectador las perturbadoras
ensoñaciones de Sara Goldfarb en Requiem
for a Dream de Darren Aronofsky, Arthur fantasea esperanzado frente al
televisor. Idílicamente, presentarse como parte del público en el programa de
Murray Franklin es suficiente para obtener la admiración de los televidentes,
ganar el respeto de su héroe, salvar a su madre y conquistar a su amada.
En Guasón el
anhelo desesperado alimentado con frustración desborda una fantasía y la
proyecta para desvirtuar la realidad.
La
adaptación animada de 2016 para Batman:
The Killing Joke dinamiza la obra de Alan Moore y Brian Bolland, la cual, a su vez, consolidó al Guasón como arquetipo para la
distorsión perceptiva de la realidad en el mundo de los cómics. Desde la aparición
de la novela gráfica en 1988 fue imposible saber algo en concreto sobre el
personaje, hasta el punto en que él mismo es incapaz de esclarecer de dónde
proviene. ¿Cómo puede alguien identificarse con un héroe (o villano) del cual
desconoce su origen? Puede afirmar algo y de inmediato cuestionarlo. De existir
atisbos de verdad en cuanto dice, jamás podrán hallarse en dicha mezcla entre
realidad y ficción.
La vida de Arthur es un cuestionamiento incesante. Su
padre puede o no ser Thomas Wayne, debido a que éste pudo o no mover
influencias para alterar los datos en torno al nacimiento de su supuesto hijo. Fleck ni siquiera es su verdadero apellido. Sus ataques de risa pueden ser producto de una condición médica o mero pretexto
para desahogarse sin miramientos. El Guasón podría estar preocupado por los desamparados en Ciudad Gótica, o solo
son el medio a través del cual consigue que todos lo vean por fin.
La incertidumbre puede proyectarse hacia cualquier punto
en el arte y en la vida, hasta desconocer por completo de qué está hecha la
realidad. Desde que niegan a Arthur la certeza sobre su origen, lo único con
que cuenta como precario pegamento existencial son las cantidades abusivas de medicamentos,
un pasado traumático y presión social. La imposibilidad de estos elementos a la
hora de concretar la realidad paulatinamente desata la locura.
Mientras la atención que Arthur obtuvo por parte de su
vecina solo fue producto de un delirio, los ciudadanos inconformes de Gótica
creen que el Guasón protesta contra la explotación a manos de la clase alta.
A partir de un origen constantemente mutable para el
personaje, el espectador pierde el eje desde el cual discierne entre realidad y
ficción.
El chiste
se cuenta solo
Al retomar el modelo establecido por Moore, el comediante
fracasado es orillado a trabajar para criminales no bien mueren su esposa y primogénito
nonato. A raíz de un malentendido, Batman (supuesto símbolo de justicia) es
responsable de que Arthur caiga en un barril con desechos radiactivos y se
convierta en supervillano. La mayoría concuerda con que el maltrato que sufrió
el Guasón a manos de la sociedad corrupta detona (justifica incluso) la locura
con la cual ejecuta sus actos delictivos.
Aunque Guasón alude
al cliché “solo necesitas un mal día para perder la cabeza”, no es la moraleja
para la película. ¿Cuántos durante la historia humana habrán sido desfigurados,
padecieron enfermedades mentales, sufrieron experiencias traumáticas, o
simplemente descubrieron que merecían más que cuanto tuvieron? Pocos hallaron motivación
suficiente para convertirse en monstruos que ejecutan actos potencialmente
justificables. Por el contrario: se les exigió superar el trauma pidiendo ayuda
a la sociedad a la cual debían reintegrarse. Desde esta perspectiva podríamos suponer
que Arthur es consciente de que ni todos los infortunios que le ocurrieron puestos
juntos desembocaron en la creación del Guasón. Ésta no fue una respuesta
social, sino algo innato en el individuo, ansioso por surgir.
A Arthur le resulta placentero haber asesinado tres
adinerados en el metro. Responder finalmente ante una de entre tantas
agresiones de las cuales fue víctima hizo que controlar un aspecto en su vida
requiriera imponerse para arrebatar otra. Le sorprende que defenderse de sus agresores
de manera instintiva y auto-preservativa fuera interpretado como acto
contestatario de una clase social explotada contra grupos de poder. La sociedad
ansía tanto un símbolo que no cuestiona el origen cuasi mítico que inventa ante
el primer atisbo de la llegada de un posible salvador. Alientan a que Arthur
tome ese lugar, sin preguntar si las acciones que llevó a cabo corresponderán
con las necesidades de ellos. Tras “comprender” que la lucha de clases es el
motor para las acciones del Guasón, Gótica es fácilmente manipulable en
beneficio de los fines ególatras de éste.
Arthur toma a broma que el pueblo lo aclame como a un
héroe. Los espectadores, tanto en los hogares de Gótica, como en las salas de
cine, dieron gran importancia a los comentarios sociales del Guasón previos al
asesinato de Franklin frente a las cámaras, pero su verdadera intención fue
reforzar un manifiesto personal para cambiar el mundo, no necesariamente con
intención de volverlo un lugar mejor para todos.
Putona
Happy Face
Para Guasón, Joaquin
Phoenix evoca la caracterización estética de Cesar Romero, tanto en la serie de
televisión Batman, como en la cinta
homónima de 1966 dirigida por Leslie
H. Martinson.
Tanto en el acto humorístico como en la existencia, el
deslinde de la presión social es proporcional a la aproximación individual
elemental. Para quitarnos todas las máscaras que se nos han impuesto debemos
elegir la que muestre nuestro verdadero yo. La gran broma que Arthur orquestó
solo puede alcanzar su clímax cuando él adopta la identidad del Guasón.
Usando una máscara de payaso en lugar de la de V, los
reaccionarios ciudadanos de Gótica enaltecen al primero en levantarse contra la
opresiva sociedad producto del mordaz capitalismo. Un malentendido generó la
fantasía colectiva en torno a quien eventualmente se vuelve líder de un
movimiento en el cual no cree.
Tras la búsqueda infructífera de Arthur por empatía, vale
más ganar la admiración entre los oprimidos jugando el papel que le imponen,
aunque eventualmente descubra la gran desazón que éste genera al no ser el
adecuado para mostrar su verdadero ser.
Día tras día la siquiatra hizo las mismas preguntas sin
escuchar qué respondía Arthur. Nadie lo vio percibir su vida como una tragedia.
El único momento durante el cual todos descubren quién es realmente ocurre
cuando sale en televisión para mostrar su dolor. El Guasón debía ser el objeto
de las burlas, pero el crudo asesinato de Franklin repentinamente lo vuelve una
amenaza real: una persona auténtica. La comedia ficticia que los espectadores
veían a salvo se transforma en la tragedia real de la cual participan.
Joker II. Próximamente
Si consideramos que Guasón
cuenta con elementos de cada obra narrativa mencionada hasta este punto, tras
unos cuantos minutos es fácil saber hacia dónde se dirige la trama. Que la
mayoría considere que la película es extraordinaria
habla sobre la deplorable calidad del cine al cual nos han acostumbrado. Con un
guion decente a partir de elementos básicos para un argumento excelente, la
fórmula de Phillips no debe considerarse la cúspide, sino una piedra angular
dentro del séptimo arte.
“Elseworlds” es
un concepto conocido en el medio del cómic que, dentro del panorama fílmico, descarta
sostener una franquicia por medio de secuelas y películas derivadas, y dirige
los esfuerzos en favor de que el director (incluso el actor) olvide las
inquietudes de la casa productora para así explorar sin miramientos su propio alcance
dentro de las historias.
Guasón es una carta blanca
para DC Films, y los Premios de la Academia son un anzuelo durante un momento
decisivo. De dar el salto, la compañía iniciará la nueva era para las películas
de superhéroes, y estará a la cabeza por medio de historias auto-conclusivas
sin convencionalismos.